Como el perro no podía entrar se quedaba a esperarlo en la puerta hasta que el hombre salía y se iban juntos a casa. Así había sido siempre hasta que en uno de estos tratamientos hubo complicaciones y los médicos no pudieron hacer nada por el hombre que murió. Canelo seguía esperando en la puerta del hospital a su amo, que ya nunca salió.
El perro siguió allí sentado día tras día. Ni el hambre ni la sed ni la lluvia ni el viento ni el frío lo apartaron de allí donde seguía acostado esperando a su dueño para ir a casa.
Los vecinos que por allí vivían se turnaban para alimentarle y darle agua, hasta lo sacaron de la perrera donde se lo llevaron para sacrificarlo.
Doce años pasó el perro esperando a su amo en la puerta del hospital la salida de su amo sin moverse para buscar alimento o cobijo. El 9 de diciembre del 2002 Canelo murió atropellado por un coche en las afueras del hospital.
Una historia trágica, pero esperanzadora para los que amamos a los animales.
Precioso y conmovedor vídeo en homenaje Canelo:
http://www.youtube.com/watch?v=In7fBbEnygM
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